EL VALOR DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LAS EMPRESAS
Empresas grandes, medianas o pequeñas; locales o multinacionales, de uno o varios dueños, de servicios o de producción… TODAS tienen algo en común. Todavía no ha llegado el día en que se pueda prescindir por completo de LAS PERSONAS.
Hace ya un tiempo que empezamos a entender que no son solo el cociente intelectual y los títulos académicos los que nos empujan al éxito y a alcanzar las metas deseadas.
Las buenas cabezas deben ir acompañadas de corazones maduros y templados. Conocerse a uno mismo pasa necesariamente por conocer e identificar nuestras emociones y sentimientos. Cualquier empresa que quiera avanzar en el entorno actual tiene que pensar en positivo, motivar a sus trabajadores y convertirse en una empresa emocionalmente inteligente. Hay mucho talento oculto entre los trabajadores, mucho valor sin utilizar escondido entre informes y exigencias. Y esta tarea sólo la pueden llevar a cabo líderes emocionalmente inteligentes.
JEFF BEZOS, fundador y director ejecutivo de Amazon al ser preguntado por el éxito arrollador de su empresa comenta “No son cosas incompatibles trabajar duro y divertirse. El talento siempre está relacionado con el placer. La mayoría de la gente ve la actividad laboral como una carga diaria, y así es difícil hacer una contribución trascendente a algo más grande que uno mismo, algo que marque diferencias y que motive de verdad. Es necesario trabajar para comer, pero el trabajo debe ser algo más”.
María Jesús Sancho Tos. Ponente seminario EL VALOR DE LA INTELIGANCIA EMOCIONAL.